sábado, 3 de diciembre de 2011
La cuestión social
En Chile, las nuevas posibilidades de crecimiento económico, en las últimas décadas del siglo XIX, produjeron una constante migración del campo a la ciudad. En 1875, la población urbana chilena alcanzaba a 725.545 habitantes, los que pasaron a 1.240.353 en 1895.
Esta concentración de población en las ciudades transformó la fisonomía demográfica del país y fue el inicio de un constante proceso de urbanización.
Este proceso alcanzó mayor relieve a partir de mediados del siglo XX, ya que en 1960 la población urbana llegaba al 66,9 por ciento del total del país, en tanto que en 1970 alcanzó al 75,2 por ciento, y en 1979, al 80,8 por ciento.
En los inicios de este movimiento migratorio, la población que se trasladaba de las áreas rurales a las urbanas constituyó una potencial fuerza de trabajo para la industria, la minería y los servicios que apoyaban estas actividades.
Además, fue un mercado consumidor de productos manufacturados y comestibles que dinamizó el comercio interno. Sin embargo; provocó una variación sustancial en el cuadro social y generó uno de los problemas más serios a comienzos del siglo veinte: la cuestión social.
Las soluciones prácticas que se den al problema social histórico no pueden desconocer y menos estar en contradicción con las soluciones que se den al problema social teórico. Las soluciones teóricas han de proceder, fundamentar e iluminar las soluciones prácticas. Cierto que no bastan soluciones teóricas; urgen las soluciones prácticas del problema tan vital. Pero mal se acertará con esta si no se tienen en cuenta la primeras. La cuestión social no es sólo económica, sino moral y religiosa. "Aun cuando la economía y la disciplina moral, cada cual en su ámbito, tienen principios propios, a pesar de ello es erróneo que el orden económico y moral estén tan alejados y ajenos entre sí, que bajo ningún aspecto dependa aquel de este". "... a ese orden económico en su totalidad le ha sido prescrito un fin por Dios Creador"
El trabajo infantil
Los niños por ser sumisos y por cobrar un salario menor, construyeron una mano de obra muy rentable, como por ejemplo en los trabajos en mina que los adultos no alcanzan a llegar.
En Francia se reglamento en 1941 la edad mínima de 8 años y la prohibición de trabajos nocturnos.
Las habitaciones Obreras
Las condiciones en la fabrica eran inhumanas, la vida de los barrios obreros reunían todas las formas de miseria material y espiritual, carecían de espacio, servicios sanitarios, luz y ventilación, hacinamiento, escasez de agua potable, la inexistencia de áreas verdes, todo eso transformo en barrios de focos de infecciones y enfermedades.
Organizaciones obreras y movilización social
Los trabajadores frente a al bizantina discusión de sus asuntos buscan a través de la sindicalización, la movilización y las huelgas, la solución para sus problemas. La clase dirigente equivocando el camino, respondiendo con la represión, lo que va a precipitar a l sociedad chilena a la crisis de los años 20.
Los obreros portuarios y de ferrocarriles a fines del siglo XIX realizaba las primeras huelgas en chile. En 1890 la región salitrera se ve afectada por un movimiento huelguístico.
Entre 1901 y 1902 se desarrollaron las huelgas mancomunal obrera de Iquique, de los tranviarios de Santiago y de los mineros del carbón de Lota. Ente 1903 y 1907 siguieron las huelgas mancomunal obrera de Tocopilla y las de la zona carboníferas. Las huelgas más trascendentes fue la de Valparaíso, Santiago e Iquique. La de Valparaíso fue reprimida por las autoridades pues el gobierno envió un regimiento dejando a 50 muertos y 200 heridos, aproximadamente. Las de Santiago e Iquique fueron las más trágicas, Santiago en 1905 vivió la huelga de la carne, que pedía la abolición del impuesto al ganado argentino y protestaban por el alza del costo de la vida.
La culminación de este proceso se produce en la escuela Santa María de Iquique donde la represión policial alcanzó la mayor violencia que se recuerda en el historial de los trabajadores chilenos. Los trabajadores salitreros habían bajado a Iquique albergándose en la escuela Santa María, recibiendo la ayuda de los obreros de la ciudad, que paralizaron sus actividades en apoyo a los huelguistas. La fuerza pública quiere desalojar a los trabajadores de la escuela pero ellos se negaron, siendo baleados por efectivos militares. Esta masacre debilitó el movimiento obrero, que se recuperó en el siglo XX.
Desde 1909 se producen variadas paralizaciones en Santiago; entre 1911 y 1913 se producen las huelgas de trabajadores marítimos en Valparaíso, y al final de esta época se crean una seguidilla de estos movimientos como resultado de la agitación política y de la crisis socioeconómica.
El año 1920 es el de mayor significación en la profunda crisis que vive el país, generándose nuevas orientaciones conductoras dentro del movimiento obrero, que con su movilización, huelgas y protestas demuestran la incapacidad de la clase dirigente para readecuar las instituciones del estado, de modo de poder enfrentar los requerimientos de una sociedad que se sustenta en un industrialismo creciente.
Conclusión
El tema de la cuestión social es muy complicado y más en esa época, ya que no había tanta tecnología como en nuestros días.
El transito rural-urbano todavía ocurre y seguirá ocurriendo en el futuro pero en menor cantidad, ya que esas ciudades que antes tenían un mal desarrollo industrial, cultural y económico, hoy en día han cambiado rotundamente, transformándose completamente en ciudades importantes para el desarrollo humano de nuestro país.
El conflicto entre trabajadores y el estado está muy patente en estos días, debido a los bajos salarios que reciben y a las malas condiciones de vida, esto a llevado a huelgas pero de un modo más pacífico, repitiendo algunas situaciones del pasado.
Los tipos de organizaciones que se han creado para defender a los trabajadores han sido necesarias para mejorar su condición de vida, las organizaciones creadas son las mutuales y los sindicatos, estos son una agrupación de trabajadores que tratan de defender sus derechos.
En los problemas de los trabajadores no solo ellos han estado involucrados, sino que también la empresa donde trabajan ya que con las huelgas se quedan sin trabajadores y los más afectados son las familias de los obreros.
Pero sin embargo, y a pesar de todos los problemas ocurridos en el pasado y en la actualidad, se ha logrado mantener un cierto equilibrio, ya que si no se logra, absolutamente nada resultaría, y los sistemas económicos no surgirían ni nada evolucionaría.
En conclusión todos estos problemas ocurridos, según nuestra opinión, han sido necesarios para que la sociedad aprenda lecciones importantísimas con respecto a lo social y además para tener experiencia para los futuros problemas que tenga que enfrentar el país, ya que todo y absolutamente todo se aprende de los errores que se sufren al tener que resolver problemas de todo tipo.
Este trabajo para nosotros nos hizo recapacitar y aprender acerca de nuestra sociedad y sus actitudes frente a sus propios problemas con respecto a su medio laboral. Nos hemos dado cuenta que los problemas que ocurrían en la antigüedad se vuelven a repetir y de peor forma en estos días ya que estamos sufriendo una crisis mundial y nos vemos muy afectados por este hecho, pero nunca tanto como para tener tanto odio y tanta violencia entre proletariado y oligarquía así como era antes.
Nombre: Richard Leonardo torres campos
Curso: 2ºc
Guerra del pacifico
La guerra del pacifico fue un conflicto armado acontecido entre 1979 y 1883 en el cual se enfrentaron la republica de chile contra las republicas del Perú y Bolivia. También se la ha denominado guerra del guano y salitre.
A mediados del siglo XIX, el desierto de Atacama había adquirido un gran valor económico debido al descubrimiento de valiosos yacimientos de guano y, posteriormente, de salitre, ambos, entonces, con buena ley y buen precio en el mercado internacional.
Existen discrepancias entre los historiadores bolivianos y chilenos con respecto a si el territorio de la audiencia de charcas, primero dependiente del Virreinato del Perú y después del Virreinato del rió de la plata, disponía o carecía de litoral. Apoyándose en diversos documentos, los bolivianos insisten en que lo tenía; por su parte, los chilenos lo niegan o lo ponen en duda. Al crearse la república de Bolivia en 1825, Simón Bolívar incluyó la costa de Cobija (Puerto La Mar) como parte de esta nueva república. La explotación económica de esa zona costera fue llevada a cabo por empresarios y pirquineros chilenos.
Antes del inicio de la guerra, los respectivos presidentes eran Hilarión Daza (en Bolivia), Aníbal Pinto Garmendia (en Chile) y Mariano Ignacio Prado (en el Perú. Las Repúblicas de Bolivia y de Chile habían suscrito dos tratados de limites el primero de ellos en 1866 (tratado de límites de 1966 entre Bolivia y Chile) y el segundo en 1874, junto a un protocolo complementario en1875 (tratado de límites de 1874 entre Chile y Bolivia). Ambos tratados fueron ratificados en su oportunidad y canjeados en Santiago y en La Paz. De acuerdo con su preámbulo, el tratado de 1866 tenía por finalidad, "poner un término amigable y recíprocamente satisfactorio a la antigua cuestión pendiente entre ellas sobre la fijación de sus respectivos límites territoriales en el desierto de Atacama y sobre la explotación de los depósitos de guano existentes en el litoral del mismo desierto" [sic], estableciendo en su artículo I que la frontera de los dos países sería "en adelante el paralelo 24 de latitud meridional desde el litoral del Pacífico hasta los límites orientales de Chile". Asimismo, establecía una medianería en favor de ambos países, entre los paralelos 23 y 25, sobre los productos provenientes de la explotación de los depósitos de guano y los derechos de exportación que se percibieran sobre los minerales extraídos en aquella área.
El gobierno que depuso Mariano Melgarejo declaró como nulos todos los actos del gobierno anterior, incluyendo los tratados de límites firmados con Chile y Bolivia. Esta declaración tensionó las relaciones con el gobierno chileno hasta la firma del Tratado de 1874, que reemplazó al de 1866. Este último tratado volvió a fijar como límite entre las Repúblicas de Chile y Bolivia estableciendo, además, "El paralelo del grado 24 desde el mar hasta la cordillera de los Andes en el divortia aquarum" [sic], n el artículo IV, que los derechos de exportación que se impusieran sobre los minerales exportados en el territorio comprendido entre los paralelos 23 y 25 de latitud sur "no excederán la cuota de la que actualmente se cobra, i las personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos a mas contribuciones de cualquiera clase que sean que las que al presente existen. La estipulación contenida en este artículo durará por el termino de veinticinco años" [sic]. Este tratado internacional era el vigente hacia 1879.
El 27 de noviembre de 1873, la Compañía de salitres y ferrocarril de Antofagasta, una sociedad chilena formada por capitales chilenos y británicos, firmó un acuerdo con el gobierno boliviano que le autorizaba la explotación de salitre libre de derechos por 25 años, desde la bahía de Antofagasta hasta Salinas, incluyendo el Salar del Carmen. Dicho acuerdo no fue ratificado por el congreso boliviano, que en ese entonces se encontraba analizando las negociaciones con Chile, que darían como resultado el tratado de 1874.
En lo que respecta a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV del tratado de 1874. Por ello, dicho impuesto encontró una gran resistencia por parte de los propietarios de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un conflicto diplomático.
A lo largo de los meses subsiguientes, el gobierno boliviano se abstuvo de implementar la ley mientras se discutían las objeciones presentadas por el gobierno chileno. El 8 de noviembre, el canciller Alejandro Fierro envió una nota al canciller Martín Lanza indicando que el Tratado de 1874 podría declararse nulo si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de Chile anteriores a 1866. El 17 de noviembre, el gobierno de La Paz ordenó al prefecto del departamento de Cobija que aplicara la ley del impuesto para iniciar las obras de reconstrucción de Antofagasta. Aunque ambas partes propusieron la resolución del conflicto por vía de un arbitraje, tal como lo contemplaba el Protocolo de 1875, este no llegó a realizarse ya que mientras el gobierno de Chile exigía que se suspendiera la ejecución de dicha ley hasta que su legalidad fuese determinada por un árbitro, el gobierno de Bolivia exigía que el blindado Blanco Encalada y sus fuerzas navales se retiraran de la bahía de Antofagasta. El 6 de febrero, ante las protestas por parte de la Compañía de Salitres por la ley del impuesto y dado que el contrato no había cumplido con los trámites para declararlo, el gobierno de Bolivia rescindió el contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta. El prefecto Zapata ordenó rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de 1878.
A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno tan difícil como el desierto de atacama, debía ganarse el control de los mares.
El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas, Cochrane y Blanco Encalada, de 3.560 toneladas, 6 cañones de 250 libras de avancarga, 2 de 70, y 2 de 40 libras, blindaje de 9 pulgadas, velocidad de 11 millas a su máxima capacidad. El resto de la escuadra estaba formada por las siguientes naves de madera: las corbetas Chacabuco, O’Higgins y Esmeralda, la cañonera Magallanes y la goleta Covadonga.
La escuadra peruana basaba su poder en la fragata blindada Independencia y el monitor Huáscar. La Independencia desplazaba 3.500 toneladas, tenía un blindaje de 4½ pulgadas, 2 cañones de 150 libras, 12 de 70, 4 de 32, 4 de 9 libras, y andar de once millas a su máxima capacidad. El monitor Huáscar desplazaba 1.745 toneladas, blindaje de 4½ pulgadas, 2 cañones de 300 libras de avancarga, ubicados en la torre giratoria, y 11 millas de velocidad a su máxima capacidad, con lo cual posiblemente era la nave de combate más moderna de la marina de guerra del Perú. Completaban la escuadra peruana los monitores fluviales Atahualpa y Manco Capac, la corbeta de madera Unión y la cañonera de madera Pilcomayo. Bolivia contaba con buques de guerra como el Guardacostas Bolívar, el Guardacostas Mcal sucre y las embarcaciones Laura y Antofagasta.
El puerto peruano de Iquique fue bloqueado por parte de la armada chilena. En el Combate Naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, el monitor Huáscar, al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario, logró hundir a la corbeta chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón, el que, al morir durante el combate, se convierte en el mayor héroe naval chileno. El mismo día, la fragata independencia se enfrentó con la goleta ‘Covadonga, cuyo comandante capitán de corbeta Carlos Condell de la Haza, prefirió evadir el combate bordeando la costa, perseguido por la Independencia que, en su afán de espolonear a la Covadonga, hizo que el blindado peruano encallara en Punta Gruesa. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló hondo en la opinión pública de ambos países. Los combates navales de Iquique y Punta Gruesa le dieron una victoria táctica al Perú: el bloqueo del puerto de Iquique fue levantado y las naves chilenas fueron hundidas o abandonaron el área. En el combate de Iquique, después de que el Huáscar hundiera la Esmeralda, Grau ayudó a los náufragos y envió un pésame a la esposa de Arturo Prat; más tarde en Punta Gruesa, la escuadra peruana perdió a la fragata blindada de 3.500 toneladas al encallar en unos arrecifes cuando intentaba capturar una nave de madera de 630 toneladas, quienes continuaban en combate hasta la llegada del Huáscar. La pérdida de la fragata blindada Independencia, la mayor nave de la escuadra de la marina de guerra del Perú, representó un golpe irreparable para ésta.
El salitre fue la principal fuente de riqueza de Chile hasta el descubrimiento del salitre sintético por los alemanes, durante. La Primera Guerra Mundial.
Después de la ocupación chilena de lima en 1881, el gobierno argentino ordenó alistar el ejército, la compra de un blindado, de material de guerra y la construcción de una línea férrea hasta los Andes como vía de abastecimiento. Con ello ambos países se colocaron al borde de una guerra, aceptando la mediación del gobierno estadounidense. El 22 de octubre de1881, se canjearon en Santiago las ratificaciones del Tratado de límites entre Chile y Argentina, un acuerdo con el que se definieron con precisión los límites preexistentes entre la Argentina y Chile en la región patagónica. Con este tratado, se entendía en Chile que Argentina se comprometía tácitamente a la neutralidad en la guerra que se libraba en el Pacífico y que no firmaría el tratad
En 1883, Chile quedó en posesión o de alianza defensiva Perú-Bolivia de la Punta de Atacama de 75.000 km², que hasta entonces había pertenecido a Bolivia y la consideró de su propiedad después del tratado de tregua de 1884. Sin embargo, diversos tratados y mediaciones entre Bolivia, Argentina y Chile concluyeron en 1889, cuando Argentina renunció a su reclamo sobre Tarija y Chichas reconociéndolas como territorio de Bolivia y en 1889, cuando 64.000 km² de la Punta de Atacama quedaron para la Argentina y 11.000 km² para Chile.
Nombre: richard Leonardo torres campos
Curso: 2ºc
La ocupación de la araucania
En 1861, el presidente José Joaquín Pérez Mascayano inicia la ocupación de la araucania denominada en los documentos oficiales chilenos como pacificación de la araucania, zona que comprende los terrenos ubicados entre el rió BioBio, por el norte, y Tolten por el sur. Fue un proceso de invasión militar y aculturación de los territorios mapuches autónomos por parte del estado chileno. Se prolonga durante casi toda la segunda mitad del siglo XIX.
Luego de la independencia de chile (1818), la zona sur se encontraba en una situación muy distinta a la del territorio de la zona central. Los bandoleros y montoneros, grupos de soldados prófugos, asolaban las haciendas mostrando la debilidad de las autoridades de la zona.
En estas tierras habitaban más de 190 mil indígenas, compuestos por los pueblos pahuenches y mapuches. Dicho territorio se había mantenido rebelde a partir de la denominada Guerra de Arauco ante el dominio español durante la conquista de chile y todo el periodo colonial de chile, sin que ningún bando venciera claramente.
Luego de la independencia, ya en el período republicano, se ordenó la celebración de un parlamento general con los mapuches que habitaban al sur del rió BioBio, con la finalidad de acordar el estatuto que regularía las relaciones entre la naciente república y el pueblo mapuche, realizándose así el parlamento de Tapihue en enero de 1825. Sin embargo posteriormente sucedieron diversos hechos que obligaron al estado chileno a destinar recursos a la zona de la frontera.
Las autoridades de gobierno deciden entonces aplicar el plan propuesto por el General de Ejército Cornelio Saavedra Rodríguez, donde no sólo se incluirían acciones militares, sino además consideraba la penetración pacífica de los territorios, mediante el traspaso de la cultura chilena al otro lado de La Frontera, abiertamente consideraba desculturizar a los mapuches.
Se fundaron nuevas ciudades, se construyeron obras públicas tales como caminos, telégrafos, escuelas y hospitales.
Aquí viene lo increíble y que creo es lo que ha acentuado el problema mapuche y que hoy nos tiene muy preocupados a todos los chilenos, los nuevos territorios que fueran incorporados al Estado de Chile, serían traspasadas a colonos, en su mayoría extranjeros, facilitando a ningún costo la ocupación de la zona para desarrollar pronto la producción agrícola y forestal.
El general Saavedra ocupó toda la zona que va hasta el río Malleco, lugar donde refundó la ciudad de Angol, y los fuertes de Mulchén y Lebu, en 1862, encontrándose con las primeras resistencias rebeldes de los mapuches que habitaban las cercanías del río Malleco, bajo el mando del lonco Quilapán.
La Guerra del Pacífico hizo desconcentrar al Ejército de Chile, situación que fue aprovechada por los mapuches para lanzar nuevos ataques a los puestos ubicados en las zonas fronterizas. Esta nueva sublevación ocurrida en 1880 se materializó con pérdidas para ambos bandos.
Consecuencias
Esta etapa contempló la ocupación total de la Araucanía y su consolidación, y con ello la unión efectiva del territorio Chileno. De ese modo, el gobierno chileno llevó finalmente a cabo uno de sus principales proyectos de Estado, anhelado incluso desde la época de los españoles, quienes en el período colonial no lograron instalarse en la Araucania.
Tras su derrota, los mapuches fueron concentrados en "reducciones", pequeñas reservas generalmente separadas unas de otras por áreas ocupadas por inmigrantes chilenos y europeos, para 1929 existían 3.078 reservas comprendidas en 525.000 hectáreas que eran consideradas una concesión del estado chileno y de propiedad comunal para los indígenas y que recibían el nombre de "títulos de merced".
Usualmente la tierra asignada, que representaba el 6.18% del territorio ancestral mapuche, era de clima severo e infértil lo que unido al antiguo estilo de vida seminómada de los mapuches y a su organización social de clanes y familias generaron conflictos internos entre ellos, sin embargo los mapuches demostraron una gran capacidad para adaptarse a esta nueva situación.
En 1934, 477 campesinos y mapuches que se habían rebelado contra, los que consideraban, abusos por parte de los administradores de los aserraderos instalados en la recientemente abierta región del BioBio fueron muertos por el ejercito chileno en la llamada Masacre de Ránquil, otros 500 fueron hechos prisioneros y según denunció el senador por Temuco Juan Pradenas Muñoz solo 23 fueron conducidos la capital para ser sometidos a juicio siendo los restantes presumiblemente desaparecidos.
Nombre: Richard Leonardo Torres Campos
Curso: 2
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