jueves, 23 de junio de 2011

La evangelización de los pueblos originarios durante los procesos de conquista y colonización de chile


Desde los comienzos de la época de la conquista, los sacerdotes venían dispuestos a evangelizar a los indígenas y convertirlos al cristianismo, con lo que se cumplía el fin espiritual de la colonización.

En un principio, los sacerdotes que se radicaron en Chile fueron capellanes de ejército, que incluso tuvieron que participar en combates más de alguna vez. Más tarde, se dedicaron a convertir a los aborígenes sometidos tras dichas guerras, y otros fueron misioneros en tierras de Arauco.

La institución religiosa tuvo un papel muy importante en la colonización americana, especialmente en Chile. Los Reyes Católicos y sus sucesores estuvieron obligados a promover la evangelización y constituyeron un Patronato Real sobre la iglesia, por el cual se aseguraba la  (remuneración) del clero, la construcción de iglesias, catedrales, conventos y hospitales. El clero también percibía en muchos casos el tributo del indígena y disponía de haciendas trabajadas mediante encomendados, esclavos indígenas o asalariados.

El clero, en esta época, comenzó a aumentar sólo en Santiago, a mediados del siglo XVII, existían 200 religiosos a las órdenes religiosas.
Los franciscanos fueron los primeros en llegar a Chile, pero además de estas órdenes aquí se encontraban los agustinos, los mercedarios y los jesuitas. Estos últimos, gracias a la influencia del padre Luis de Valdivia y de la guerra defensiva, consiguieron extenderse en la región araucana.

Los sacerdotes eran las personas más cultas de la época. En el siglo XVI funcionaron escuelas donde enseñaban a leer y escribir a los soldados y más tarde a criollos y mestizos. Eran escuelas básicas, y si alguien quería seguir estudios superiores debía viajar a Perú.

En 1595 los dominicos fundaron el Colegio de Santo Tomás y los jesuitas el de San Miguel, donde se impartían clases de latín, filosofía y teología, destinada a los niños de las familias adineradas. En 1608 se creó el Seminario de Santiago, para la formación de los religiosos. Más tarde, ambos colegios fueron elevados a la categoría de Universidades Pontificias.

Los Jesuitas fundaron un internado para jóvenes aristócratas el Convictorio de San Francisco Javier. Tras la expulsión de esta orden religiosa del país, en 1767, el internado se transformó en el Convictorio Carolino.

Sólo en el siglo XVIII Chile contó con un establecimiento de educación superior, la real universidad de San Felipe, fundada en 1738. Sin embargo, comenzó a funcionar en 1759, con cinco facultades.
Las mujeres recibían instrucción en los conventos de monjas, donde aprendían a leer, escribir, bordar, cocinar, cantar, e incluso, bailar.


Nombre: Richard Leonardo Torres Campos
Curso: 2º c